ABCDIARIO POLITICO DE ROSARITO: XXXV: El León es mansito, pero no lo hagan enojar

Un viejo y conocido refrán reza: "Todo buen perro es mansito, hasta que lo hacen enojar", situación que en muchas situaciones de la vida cotidiana se aplica a personas que conocidas por su paciencia y tolerancia, de pronto se transforman en auténticas fieras que es preferible no molestar.
Los militantes panistas ya han tenido varias muestras de como este dicho se aplica a su dirigente municipal, José León Ramos, quien cuando de buenas anda, se le considera "a todo dar", pero cuando hay algo que lo molesta, es mejor mantenerse a muy prudente distancia de su "jaula" como le dicen a su despacho en el segundo piso del edificio en donde todavía se encuentra instalada la sede del Comité Directivo Municipal.
El oficial Gallo, de la Policía Municipal, ya probó en carne propia la ira de sus bastonazos, cuando la tarde del 5 de julio, José León Ramos bajó por sus propias pistolas a varios de los militantes panistas que se encontraban a bordo de su patrulla arrestados por rijosos, en aquel risible episodio en donde salieron a defender a Nacho Zamudio de la corretiza que le estaban pegando los priístas Jorge Galván y Omar Aguero.
El oficial Gallo, prefirió el regaño de Montero y el castigo de "clavo" en Primo Tapia (buen le dicen que es castigo, pero lo cierto es que todos los castigados se van a dormir a la comandancia de aquel lugar), antes que seguir recibiendo los bastonazos y los gritos de León Ramos.
Ahora al que le tocó sufrir en carne propia las consecuencias de hacer enfadar al presidente del PAN municipal, fue nadamás y nadamenos al delegado del Registro Agrario Nacional, Juan Carlos Molina Torres, al término de la reunión de los miercoles la pasada semana.
Es de todos conocidos, que desde que llegó José León Ramos trae atravezado a Molina Torres, con aquél viejo rollo de que les ha hecho la vida de cuadritos a la gente de Toño Macías Garay, a quien el actual dirigente del blanquiazul, ve como si fuera su chiquito. En el buen sentido de la palabra, su hijo menor. El chiquiado pues...
Total, que en cuanto entró Molina a la reunión, José León Ramos, lanzó un incendiario discurso, dirigido bien clarito al delegado del Registro Agrario Nacional, a quien acusó de plano de intentar dividir al partido, realizando reuniones y organizando una asociación civil con claros fines electorales. León Ramos, le pidió que dejara de hacer este tipo de reuniones y se esperara hasta "los tiempos y las formas".
Pero Molina no se quiso quedar con el regaño, y pidió aclarar que ni anda en campaña, y que si anda realizando una asociación civil, pero es con el propósito de realizar acciones de beneficiencia para Rosarito.
Hecha la aclaración, simpatizantes de Molina estallaron en aplausos y José León Ramos se fue a su "jaula" a rumiar su coraje.
No contaban los presentes con que Molina y dos guaruras, Ponchito Tolentino y Mario Gárate, al término del himno panista y la clausura de la reunión, subieran a la oficina de Ramos, según ellos para intentar dejar más claras las cosas, aunque a juicio de otros, ya fueron en plan de cabúla.
León Ramos todavía los dejó entrar, pero en tantito sintió que Molina lo tocó en el hombro, el directivo panista se transformó y recordó sus buenos tiempos de camionero, y echando cualquier cantidad de "madres", les exigió a los "imberbes" respeto para sus canas y trayectoria y los corrio a bastonazos...
Se asegura que a raíz de este episodio, Molina Torres ya puede hablar de corridito, mientras que Ponchito Tolentino y Mario Gárate, andan en busca de un brujo curandero que los cure del mal del susto...