ABCDIARIOPOLITICO DE ROSARITO XLI: LA QUIEBRA TECNICA DEL AYUNTAMIENTO

Por Rubén F. Martínez


Hace algunos días, la presidenta del Comité de Turismo y Convenciones del IV Ayuntamiento de Playas de Rosarito, Laura Wong, dio a conocer a distintos medios de comunicación su renuncia al cargo que venía desempeñando desde hace aproximadamente un año y medio, desde marzo del 2008.
Las razones que argumenta Wong, para su renuncia, son "motivos personales", frase ésta que es muy favorecida por los funcionarios públicos, cuando ellos o su jefe político inmediato --en este caso el alcalde-- ya no están de acuerdo.
Los motivos reales siempre buscan ocultarse, aunque de uno u otro modo, siempre terminan por revelarse aunque sea medianamente ante la opinión pública, y en este caso, lo que se ha podido averiguar acerca de los motivos personales de Laura Wong, es que a 4 meses para finalizar el ejercicio fiscal del 2009, se agotó el presupuesto de 2 millones 473 mil 200 pesos, y no se le quiso autorizar por parte del Cabildo, una ampliación presupuestal que solicitó de casi un millón de pesos adicional, para cumplir los compromisos que la dependencia tiene pendiente para el resto del año.
Uno de los argumentos que esgrimen regidores es que la autorización de ampliación presupuestal fue denegada porque no está justificada con un claro informe financiero que explique con claridad en que se gastó todo el presupuesto, ni mucho menos se sabe en que se piensa gastar la cantidad adicional solicitada.
Pero otra de las razones que con más fuerza sale a relucir es que simple y sencillamente, el gobierno del IV Ayuntamiento no tiene dinero.
No hay por el momento, por parte de los responsables del área financiera, un informe real que explique la situación del gobierno municipal, pero los temores cunden por todas las dependencias que simple y sencillamente no saben como le van a hacer para cubrir los compromisos pendientes, a los que se sumarán en los próximos meses, las obligaciones de aguinaldos y primas vacacionales que amenazan con dejar temblando al gobierno municipal de Playas de Rosarito.
Cotuco, no es la única dependencia con problemas económicos.
La Dirección de Desarrollo Social tuvo que desaparecer programas enteros como --todos somos familia-- y otros de tipo asistencial; la Secretaría de Seguridad Pública arrastra muy serios y graves problemas para la reparación y mantenimiento de patrullas y cada día crece el número de elementos que por esa razón son retirados del patrullaje en las calles para ser concentrados en labores de escritorio en su propio cuartel o en los llamados "puntos fijos"; la misma situación ocurre con Obras Públicas que acumula cascajo en sus talleres; los proveedores hacen fila cada viernes y siempre escuchan la cantaleta de vuelva la próxima semana, su cheque ya está, pero nadamás le falta la firma.
Lo más patético y risible es el enojo de los regidores que patalean y refunfuñan porque el ayuntamiento no les va a poder pagar la renta de sus propios automóviles, el seguro, viaticos, policías que les servían como choferes y asistentes para cargar el mandado.
En tanto los despidos de personal van en aumento, pero tampoco resuelven el problema.
Entonces surje un dato revelador: La nómina del Ayuntamiento, según cálculos de expertos en el tema, que posteriormente en otro espacio y con un trabajo más acabado vamos a publicar, llega a casi el 60 por ciento del presupuesto global del Ayuntamiento; poco más de un 20 por ciento arriba que anteriores ayuntamientos de Rosarito, y el resto de los actuales gobiernos municipales del estado.
El costo de la estructura de los llamados funcionarios de primer nivel --5 Secretarios y su equipo--equivale precisamente a ese sobre giro, que está provocando lo problemas financieros del IV Ayuntamiento, independientemente de los errores administrativos y excesos que en lo particular se le tienen que adjudicar a los distintos directores y jefes de departamento.
Aseguran los que saben, que las crisis --y esta es bastante profunda--, son también tiempos de oportunidades.
Las finanzas públicas ya no pueden seguir siendo botín de unos cuantos. Ni tampoco pueden seguir siendo agencia de colocaciones para los amigos y los compadres, mucho menos plataforma de malos políticos, que como ocurre con el caso de Laurita Wong, en cuanto se les acaba el dinero, simple y sencillamente se van.
Este tipo de políticos, ni tiene un compromiso serio con la ciudad a la que presuntamente deberían servir, ni tampoco saben en que consiste la Administración Pública.
La oportunidad que deja esta crisis, y ya fue un tema que quedó en la mesa de las reflexiones de la Asociación de Municipios, es una amplia y profunda reforma administrativa que blinde a los municipios contra este tipo de vivales, y se establezcan reglamentos que obliguen a profesionalizar el servicio público, con perfiles técnicos del más alto nivel.
Así que a los señores Betancourt, Ortiz Luna, los Tovalines, Romeros, Sánchez, "tacubas" y demás sanguijuelas políticas de este tipo, aprovechense ahora que todavía hay, porque si llega a concretarse esta reforma, nunca de los nuncas, volverán a ocupar un cargo público, por más amigos poderosos e influyentes que tengan.
La razón es simple: El gobierno ya no los puede mantener.