Por Gerardo Díaz Valles
El alcalde Silvano Abarca Macklis decidió encarar por su cuenta el grave problema que se le genera con la violencia desatada en el siempre aguerrido y conflictivo sector del transporte donde confluyen una serie de intereses, claros algunos, turbios los otros, por lo que ya las cartas están echadas, para evitar que las balaceras en contra de varios de los dirigentes en las que no les importa a los energúmenos que contratan para “saldar sus cuentas pendientes”, estén de por medio hijos, esposas y familiares. Lo que enardece los ánimos de muchas personas, como le sucedió a Jaime Ibarra Asedo en el más reciente de los casos. Justo a tres horas de salir molestos varios de sus seguidores con el “jefe de la comuna”, a quien responsabilizaron de lo que les pudiera pasar, como ya sucedió. Aun falta definir cuál será el hilo más débil que sigue por reventarse, cuando persiste el temor entre transportistas por más brotes de violencia en su contra. O si mantiene a los mismos funcionarios ineptos y “buenos para nada” encargados de este delicado tema, o bien demuestra que realmente tiene la estatura para sacar adelante el barco del transporte, por el bien de Rosarito. Por cierto que varios se preguntan para quien trabaja entonces el señor Silvano, Trabajara a caso para su mentor el “cacique del pueblo”, trabajara para sus acreedores que le financiaron su campaña? O de plano trabajara para mantener contentos a su cauda de alcahuetes?. Y es que pareciera que el “jefe” de la comuna se empeñara, como el Chavo del Ocho, “sin querer queriendo” en dividir mas a la comunidad de Rosarito, sin importar romper con acuerdos no escritos, usos y costumbres de este pequeño girón de la Patria, como sucede en la concesión del servicio de grúas, pues al parecer todo está listo para “pagar el favor” a la empresa “Salceda” al extenderles la concesión plenipotenciaria para brindar este servicio, mientras que a la otra empresa tradicional de la Dinastía “Pena”, se le pretende dar un “pirulí” de consolación con las respectivas “gracias por haber participado”, lo que no solo afecta a las empresas y a los ingresos de muchas familias de Rosarito, sino que enardece más los ánimos al dejar a muchos lastimados luego de sus escasos cuatro meses de gestión en donde al parecer son varios los funcionarios de su gabinete quienes no le están ayudando, sino que de fea manera y hasta con morbo, solo están a la expectativa de ver como se derrumba ese proyecto de darle a los rosaritenses el mejor gobierno de su historia con importantes obras y nuevos atractivos para el turismo. La lucha encarnizada apenas empieza, con ánimos futuristas hacia los comicios venideros. No quisiéramos que fuera cierto las versiones que nos llegan de que en esta lucha “sin cuartel”, están inmiscuidos la mayoría de los regidores representantes de las diversas fuerzas políticas en el Cabildo de la ciudad, “que ya están maiceados”, “Ya entraron al aro de la corrupción”, “que ya compraron su voto por canonjías”, y tantas otras cosas mas. Al tiempo como dice un coleguita.