Es lógico que uno se haga la pregunta después de ver la infinita exposición mediática que se ha generado respecto a Brenda Lucila Ruacho Bernal, esposa del gobernador bajacaliforniano, Francisco Arturo Vega De Lamadrid: ¿Qué quiere ser la primera dama?
Resulta evidente que ese despliegue para convertirla, de la noche a la mañana, en la versión estatal de Evita, tiene que tener algún propósito. No existe, hoy por hoy, esposa de un gobernador con la cantidad de apariciones que está teniendo Ruacho y eso, a trasluz de una lógica elemental, revelaría que tienen un objetivo.
Y ese no puede ser otro que buscar un cargo de elección popular, de forma directa o indirecta.
Ruacho puso, durante junio, 55 actualizaciones en su espacio dentro de Facebook, más que las que efectuó su propio esposo, quien solo alcanzó 46. Si, la primera dama tuvo más movimiento que el propio gobernador.
¿Quiere otra muestra de ese afán por colocarse en el aparador? El lunes 30 de junio, La Crónica publicó, en portada y en interiores, concretamente en la página 15 de la sección deportiva, información sobre el "festejo" que "un pequeño grupo de aficionados" hicieron en el monumento a Benito Juárez de la capital, en el que "sorprendió ver a la primera dama de Baja California, Brenda Ruacho de Vega (sic)".
De las cuatro imágenes que acompañan la nota, en las dos preponderantes aparece Ruacho. En una de las gráficas, un aficionado aparece besándola en la mejilla, cosa que resulta improbable que haya ocurrido de forma natural, ya que todos sabemos el despliegue de seguridad que llevan consigo un gobernador y su familia, suficiente para que ningún espontaneo se abstenga ya no se diga de besar, sino de acercarse más de la cuenta a uno de ellos.
¿Usted cree que una primera dama estatal iría a un lugar público sin escoltas, ajena a un diamante de seguridad?
No ha sido todo en esa ansiedad de tener exposición mediática. El 1 de julio, Ruacho fue entrevistada por la revista 'Alcaldes de México', conversación que aparecerá en la siguiente edición del citado medio. ¿Cuánto costó dicho trabajo periodístico? ¿Cuál es el objetivo? La respuesta a esta pregunta es muy importante, hábida cuenta de que el referido magazine circula, mayoritamente, entre políticos.
¿Qué quiere ser Brenda Ruacho? ¿Posicionarse como una posible candidata competitiva para el PAN al cargo de diputada federal, aprovechando las flamantes normas relacionadas con la cuota de género? ¿Hacer 'cochinito' en el capital político, para aspirar a ser abanderada blanquiazul para la presidencia municipal de Tijuana? ¿Ser todo lo anterior y colocarse en la vitrina para suceder a su esposo? ¿Para que desea Ruacho ser una nueva versión de Eva Perón? Las respuestas a esas preguntas solo las saben Ruacho y, por supuesto, su marido, el gobernador.
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Expediente Confidencial/¿Qué quiere ser Brenda?
Por Gerardo Fragoso M.
Es lógico que uno se haga la pregunta después de ver la infinita exposición mediática que se ha generado respecto a Brenda Lucila Ruacho Bernal, esposa del gobernador bajacaliforniano, Francisco Arturo Vega De Lamadrid: ¿Qué quiere ser la primera dama?
Resulta evidente que ese despliegue para convertirla, de la noche a la mañana, en la versión estatal de Evita, tiene que tener algún propósito. No existe, hoy por hoy, esposa de un gobernador con la cantidad de apariciones que está teniendo Ruacho y eso, a trasluz de una lógica elemental, revelaría que tienen un objetivo.
Y ese no puede ser otro que buscar un cargo de elección popular, de forma directa o indirecta.
Ruacho puso, durante junio, 55 actualizaciones en su espacio dentro de Facebook, más que las que efectuó su propio esposo, quien solo alcanzó 46. Si, la primera dama tuvo más movimiento que el propio gobernador.
¿Quiere otra muestra de ese afán por colocarse en el aparador? El lunes 30 de junio, La Crónica publicó, en portada y en interiores, concretamente en la página 15 de la sección deportiva, información sobre el "festejo" que "un pequeño grupo de aficionados" hicieron en el monumento a Benito Juárez de la capital, en el que "sorprendió ver a la primera dama de Baja California, Brenda Ruacho de Vega (sic)".
De las cuatro imágenes que acompañan la nota, en las dos preponderantes aparece Ruacho. En una de las gráficas, un aficionado aparece besándola en la mejilla, cosa que resulta improbable que haya ocurrido de forma natural, ya que todos sabemos el despliegue de seguridad que llevan consigo un gobernador y su familia, suficiente para que ningún espontaneo se abstenga ya no se diga de besar, sino de acercarse más de la cuenta a uno de ellos.
¿Usted cree que una primera dama estatal iría a un lugar público sin escoltas, ajena a un diamante de seguridad?
No ha sido todo en esa ansiedad de tener exposición mediática. El 1 de julio, Ruacho fue entrevistada por la revista 'Alcaldes de México', conversación que aparecerá en la siguiente edición del citado medio. ¿Cuánto costó dicho trabajo periodístico? ¿Cuál es el objetivo? La respuesta a esta pregunta es muy importante, hábida cuenta de que el referido magazine circula, mayoritamente, entre políticos.
¿Qué quiere ser Brenda Ruacho? ¿Posicionarse como una posible candidata competitiva para el PAN al cargo de diputada federal, aprovechando las flamantes normas relacionadas con la cuota de género? ¿Hacer 'cochinito' en el capital político, para aspirar a ser abanderada blanquiazul para la presidencia municipal de Tijuana? ¿Ser todo lo anterior y colocarse en la vitrina para suceder a su esposo? ¿Para que desea Ruacho ser una nueva versión de Eva Perón? Las respuestas a esas preguntas solo las saben Ruacho y, por supuesto, su marido, el gobernador.
Es lógico que uno se haga la pregunta después de ver la infinita exposición mediática que se ha generado respecto a Brenda Lucila Ruacho Bernal, esposa del gobernador bajacaliforniano, Francisco Arturo Vega De Lamadrid: ¿Qué quiere ser la primera dama?
Resulta evidente que ese despliegue para convertirla, de la noche a la mañana, en la versión estatal de Evita, tiene que tener algún propósito. No existe, hoy por hoy, esposa de un gobernador con la cantidad de apariciones que está teniendo Ruacho y eso, a trasluz de una lógica elemental, revelaría que tienen un objetivo.
Y ese no puede ser otro que buscar un cargo de elección popular, de forma directa o indirecta.
Ruacho puso, durante junio, 55 actualizaciones en su espacio dentro de Facebook, más que las que efectuó su propio esposo, quien solo alcanzó 46. Si, la primera dama tuvo más movimiento que el propio gobernador.
¿Quiere otra muestra de ese afán por colocarse en el aparador? El lunes 30 de junio, La Crónica publicó, en portada y en interiores, concretamente en la página 15 de la sección deportiva, información sobre el "festejo" que "un pequeño grupo de aficionados" hicieron en el monumento a Benito Juárez de la capital, en el que "sorprendió ver a la primera dama de Baja California, Brenda Ruacho de Vega (sic)".
De las cuatro imágenes que acompañan la nota, en las dos preponderantes aparece Ruacho. En una de las gráficas, un aficionado aparece besándola en la mejilla, cosa que resulta improbable que haya ocurrido de forma natural, ya que todos sabemos el despliegue de seguridad que llevan consigo un gobernador y su familia, suficiente para que ningún espontaneo se abstenga ya no se diga de besar, sino de acercarse más de la cuenta a uno de ellos.
¿Usted cree que una primera dama estatal iría a un lugar público sin escoltas, ajena a un diamante de seguridad?
No ha sido todo en esa ansiedad de tener exposición mediática. El 1 de julio, Ruacho fue entrevistada por la revista 'Alcaldes de México', conversación que aparecerá en la siguiente edición del citado medio. ¿Cuánto costó dicho trabajo periodístico? ¿Cuál es el objetivo? La respuesta a esta pregunta es muy importante, hábida cuenta de que el referido magazine circula, mayoritamente, entre políticos.
¿Qué quiere ser Brenda Ruacho? ¿Posicionarse como una posible candidata competitiva para el PAN al cargo de diputada federal, aprovechando las flamantes normas relacionadas con la cuota de género? ¿Hacer 'cochinito' en el capital político, para aspirar a ser abanderada blanquiazul para la presidencia municipal de Tijuana? ¿Ser todo lo anterior y colocarse en la vitrina para suceder a su esposo? ¿Para que desea Ruacho ser una nueva versión de Eva Perón? Las respuestas a esas preguntas solo las saben Ruacho y, por supuesto, su marido, el gobernador.
