El argumento fue la inseguridad, y en su calidad de regidor está llamado a combatirla, pero violentando la ley y sin permiso alguno más rápido que veloz, según se dice hasta pagó el costo de la obra con la idea de que después se repartieran gastos entre los residentes de esa calle, entre otros Silvano Abarca, delegado del Gobierno del Estado, y el ex regidor priista Antonio Serret.
Cuando el Departamento de Control Urbano del Ayuntamiento se dio cuenta, clausuró la obra y ahora se está en busca de notificar al responsable de esta, que no ha sido por supuesto, encontrado en la caseta y que oficialmente no se sabe quién fue.
Sin embargo, vecinos del lugar aseguran que tras realizarse una reunión de seguridad donde estuvo presente el director de esta área, Adrián Hernández, se tomó la decisión de restringir el paso y el que levantó la mano para apresurar todo fue precisamente el regidor por el Movimiento Ciudadano, Mario Hernández.
Aquí lo grave no es que se piense en cómo frenar la delincuencia, sino que se brinquen la ley, violentando los derechos de quienes transitan por esa concurrida calle, que es entrada hacia la playa, y peor aún que se crea que por ser funcionarios, momentáneamente, no necesitan de permisos y tramitologías como el resto de los mortales.
