* Rosario Castillo exige que corran a Olivarría de Obras Públicas
* No estoy para cumplir caprichos de nadie: Silvano
Rosario Castillo Zeja, el autonombrado delegado de la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados de Playas de Rosarito -- que por cierto hace un buen rato que no existe--, anda sumamente enojado.
* No estoy para cumplir caprichos de nadie: Silvano
Rosario Castillo Zeja, el autonombrado delegado de la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados de Playas de Rosarito -- que por cierto hace un buen rato que no existe--, anda sumamente enojado.
Con profundo
rencor ha buscado un acercamiento con
los distintos organismos del sector empresarial de Playas de Rosarito, para que
se le exija al alcalde Silvano Abarca Macklis, cumpla su promesa de gobernar de
la mano con los empresarios, tal como
acordaron en campaña.
--Silvano no
tiene huevos asegura Castillo Zeja. Se
dejó que el PAN le impusiera a todos los ratas, como funcionarios, en el
municipio de Rosarito.
Invariablemente
los dirigentes de los organismos empresariales, le han dicho al propietario de
los Mariscos El Jacalito, que no le seguirán el juego en los que lo quiere
meter, para satisfacer una revancha
personal.
Le recomiendan
que mejor ponga en orden su local, gestione los permisos de uso de suelo, y los de normatividad ambiental y de salud, y
calladito se ponga a trabajar.
Pero Castillo
Zeja, hizo caso omiso al consejo.
Advirtió que si
no cuenta con el apoyo de los empresarios, él solito va a defender a Rosarito
de todas las ratas que entraron a trabajar en el VI Ayuntamiento.
En esa campaña de
Defensa de Rosarito a Castillo Zeja le
dio por andar repartiendo un periódico de cuatro hojas en donde aparece una
foto de Silvano Abarca y sus colaboradores , y el título “Silvano le mintió a
Rosarito”.
Asegura que mandó
hacer diez mil ejemplares y va a mandar a hacer otros diez mil más, sin
importar lo que le cueste la edición, hasta que Silvano entienda, y corra a
todos los ratas.
Por lo pronto, el
que pagó los platos rotos, es el
expresidente del PAN Isabel Ibarbol,
a quien Castillo Zeja, corrió en un
arranque de borrachera, y le pidió que no volviera hasta que Silvano Abarca
corrija su “error” y corra a todos los ratas.
--Oigame
compadre, que trae, lo que no le quepa no lo reparta, se le oyó decir al Chabelo
en un intento de defensa.
--Me vale madres
todo lo que usted diga! Larguese de aquí.
Ahora el “Chabelo”
Ibarbol, es uno de los cientos de desempleados que se le ve rondando la Casa
Municipal de Rosarito, a ver si algo le queda a Silvano Abarca por repartir.
Asegura que de
acuerdo a su perfil laboral, le gustaría un puesto “luky”.
--Y eso que es?,
le preguntó Manuel Ochoa Magallón?
--Luky caiga,
Manuelito, Luky caiga.
La campaña de
golpeteo contra Silvano Abarca, era algo que esperaban los panistas, por razones naturales del cambio de gobierno.
Pero reconocen que nunca se esperaban esta campaña negra de alguien que los
apoyó en campaña, como es el caso de Castillo Zeja.
No obstante,
tampoco se les hace extraño, pues conocen bien la historia de rencor de
Castillo.
Aseguran que el
verdadero motivo del enojo de Castillo Zeja, se llama Arnoldo Olivarría, a
quien Silvano Abarca nombró como director de Obras y Servicios Públicos.
En realidad,
Castillo Zeja está sentido con Olivarría, porque hace 6 años, cuando era
director de Obras Públicas con Toño Macías, éste, lo desalojó de la Playa,
cumpliendo una orden de la Semarnat y la Zona Federal Marítimo Terrestre.
Castillo Zeja
llevaba años con un restaurante de mariscos en plena playa, sin pagar ningún
permiso, tirando los desechos directamente a la playa, y contra toda
normatividad.
Eso si, el Tacuba
Armando Magallanes, entonces jefe de reglamentos, llegaba cada mes por la cuota de 2 mil dólares.
Hasta que el
gobierno federal obligó al municipio a tomar medidas.
Y le tocó a
Arnoldo Olivarría, ir con la trascabo a demoler la palapa de Castillo.
Desde entonces,
Castillo prometió que algún día Olivarría se la iba a pagar.
Y el momento
llegó con su nombramiento.
Reconocen que
incluso, a principios de noviembre, cuando se conoció el nombramiento de
Olivarría, Castillo Zeja le llamó a Silvano Abarca Macklis, para una reunión
urgente, diciéndole que todo el sector empresarial estaba enojado, y había que
reunirse para tomar decisiones y corregir el error que acababa de cometer.
Castillo Zeja le
mostró incluso a Silvano Abarca, una presunta acta del Club Rotario de Rosarito en donde según el
dirigente de Canirac, corrieron a Olivarría por rata.
“Se robó las
cuotas del Club Rotario”, aseguró Castillo.
Sin embargo,
Abarca no cumplió la exigencia de Castillo.
--Si es un error,
lo corregiré en cien días, pero tampoco el alcalde de Rosarito está para cumplirle caprichos a nadie. precisó Silvano. Pero lo que voy a evaluar es su
desempeño de gobierno no los problemas personales que tenga, agregó.