Jaime Flores Martínez
Embriagado por las gotas de poder extraídas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Baja California, el prepotente administrador de Auditoria Gabriel García Coppel siente que trae a Dios de las orejas. Es tan arrogante y tan agresivo que difícilmente alguien se atrevería a contradecirlo (al menos en su sano juicio).
Resulta inconcebible que García Coppel
(conocido en su ciudad natal como “Gabo Pistolas”) se atreva a
maltratar a los propietarios de unas 160 embarcaciones embargadas por
el SAT el martes 26 de noviembre en el
Puerto de Ensenada. Aquellos ciudadanos que en días recientes
intentaron entrevistarse con García Coppel conocieron el perfil de un
hombre insolente intoxicado de poder.
En lugar de entregar el trato
respetuoso que merece cualquier ciudadano, el sinaloense García Coppel
pretende intimidar al contribuyente al mostrar la cacha de su pistola
fajada al cinto. ¿Qué acaso este funcionario tiene permiso para portar
arma en su trabajo? ¡Don Gabriel no es policía!
Trabajadores de una exclusiva marina
localizada en Ensenada, relatan que el martes de la semana pasada
arribaron media docena de inspectores del SAT
acompañados por oficiales de la Secretaria de Marina. El argumento fue
la realización de un operativo para verificar la legal estancia de
Yates, barcos, pangas y vehículos ligeros utilizados por los turistas.
A pesar de conocer que muchos de los
propietarios de esas embarcaciones no se encontraban en Ensenada para
comprobar la legal estancia de su vehículo, el señor García Coppel
revisó cada una de las embarcaciones y les colocó un sello de embargo.
Los empleados de tan lujoso hotel, aseguran que el operativo ordenado
desde el centro del país inició a las 8 de la mañana y concluyó a la
medianoche.
El asunto es que muchos de los acaudalados (y en su caso poderosos) propietarios de estos yates acudieron a las oficinas del SAT
a mostrar sus respectivos documentos de importación aunque más
importante era solicitar a García la utilización del criterio antes de
proceder a los embargos.
Uno de los afectados confiesa que se
arrepintió de buscar entrevistarse con García Coppel, porque la cara de
Chuky, el muñeco diabólico, proyecta un gesto mucho más cordial.
A menos de un año de haber asumido su posición en el SAT
“Gabo Pistolas” recurrió a sus viejas prácticas de llegar empistolado a
hostigar a turistas, impresionar comerciantes e intimidar empresarios.
Cierto que ese operativo fue ordenado desde el centro del país, pero no
se justifica su atemorizante intervención.
Cierto que los dueños de esas
embarcaciones deben cumplir con la ley, aunque la autoridad debe actuar
con discreción, respeto y atención, mucho más si se trata de personas
con alta influencia económica y política.
Alguien debe decirle a “Gabo Pistolas”
que en esta frontera no se practican métodos de intimidación que quizá
sean comunes en su natal Sinaloa. La portación de una pistola requiere
de un permiso especial de la Secretaria de la Defensa y el sentido
común indica que =a menos que sea policía= no se puede muestrear en
horario de labores.
Los responsables de la Secretaria de
Marina deben analizar la conveniencia de tolerar que un funcionario
porte un arma de fuego en el desarrollo de un operativo, sobre todo si
este es apoyado por marinos.
De la misma forma las autoridades centrales del SAT
deben llamar a cuentas a un funcionario que se mareó desde su ladrillo
de poder y subrayarle que el trato déspota y prepotente que regala es
tanto como darse un balazo en el pie. El columnista hace esta
sugerencia para que García Coppel sienta que le hablan en su idioma.
Tope
Instantes de tensión se vivieron el
sábado durante la toma de posesión de Jorge Astiazarán como alcalde de
Tijuana. El diputado priísta René Mendivil Acosta intentó hincar el
colmillo al momento que Astiazarán invitó a Bernabé Esquer Peraza a
rendir protesta como síndico social para completar el quórum.
Mendivil mostró su desacuerdo en la
invitación, lo que generó la inmediata reacción de Astiazarán: "Soy el
jefe de la comuna", reviró.
El detalle resulta destacable porque
René Mendivil pudo estar en el sitio que ahora mismo ocupa Astiazarán.
Aunque las versiones son encontradas, la pugna final por la candidatura
priísta por la alcaldía de Tijuana fue protagonizada precisamente por
Astiazarán y Mendivil.
Si acaso René Mendivil es hombre de
rencores, seguramente las represalias saldrán del edificio que alberga
en Mexicali al Poder Legislativo.
Tan enojado estaba Mendivil (porque
Astiazarán lo puso en su lugar) que al platicar con reporteros se
refirió al Vigésimo Ayuntamiento que encabeza el doctor Astiazarán.
Habrá que aclarar que Astiazarán encabeza el “Vigésimo Primer”
Ayuntamiento, no el “Vigésimo”.
Ratones
Cicuta revelará los nombres de
personajes que laboraron en la administración de Jorge Hank y ahora se
incrustaron en el novel gobierno de Astiazarán. Se trata de dos
personas que utilizaban las instalaciones del gobierno para cometer
fraude a decenas de incautos que creyeron en ellos.
Ambos sujetos trabajaron intensamente
en la campaña de Jorge Astiazarán con la intención de regresar a la
dependencia que les permitió transar incautos, situación que se
concretó justo a principios de semana.
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