Gerardo Díaz
Las piezas se mueve rápido en los partidos a pocas semanas
del arranque formal del proceso electoral 2016 y esto se pudo constatar los dos
últimos días en nuestro municipio, en donde se busca aplicar aquello de “a
grandes males, grandes remedios” y ya se aplica la “guillotina” para cortar
cabezas, amarrar inquietos y sujetar a los cabos sueltos desde la óptica de
quienes operan estos movimientos. En el Gobierno del Estado y el Municipio,
todo indica que les “amarran las manos” al inefable Fernando Serrano y a
Ignacio García Dworak, respectivamente en donde el control aparentemente se le
entrega a una dama, aunque no con el tacto y aceptación de la militancia
panista que urge de una mano estabilizadora que convoque a la gente y unifique
a las distintas fuerzas. Mientras que en el PRI la forzada renuncia de su
dirigente Antonio Serret luego de que un grupo de ex dirigentes “honorables”
golpearan la mesa exigiendo “no solo su cabeza, sino todo el cuerpo”, solo
confirma la urgencia de una “cirugía mayor” y acciones contundentes en los
siguientes días. Una serie de reuniones para revisar los posibles perfiles de
quien pudiera unificar al partido desde la dirigencia se empieza a barajar y a
propuesta de algunos sectores y agrupaciones ya suenan los nombres de Alejandro
Cabrera Acosta, además el de Bernardo Saldaña Tellez, para asumir las riendas
del partido. Lo cierto es que los jóvenes, las mujeres, los obreros, los
profesionistas, los campesinos, así como del Movimiento Territorial y los del
sector popular, ya trabajan en definir quien ocupará la dirigencia y donde de
entrada se pide que sea alguien con la suficiente experiencia y conocimiento
del terreno, que tenga empatía y la cercanía necesaria con los ciudadanos,
además de que conozca y sea reconocido por los colonos y residentes de todo
Rosarito desde Santa Anita y la Colonia Vicente Guerrero al sur; a la Morelos,
la Constitución, el Plan Libertador al Norte del Municipio. Pero lo más
importante que logre apaciguar, unificar y poner a trabajar en un solo proyecto,
a las diferentes representaciones del tricolor partido hoy en día muy
divididas, atomizadas y casi imperceptibles. Esperemos.