Con el plan de descentralización
que propone el presidente electo, en el que se contempla trasladar las oficinas
centrales del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a Mexicali, hecho que
de ser así, podría generar una mayor fiscalización en la región, así lo aseguró
el Lic. Jorge Alberto Pickett Corona.
El simple hecho de que venga el
SAT a Mexicali, dijo, generará una mayor cacería de contribuyentes en la
región, ya que de acuerdo a la OCDE, existe un 60% de informalidad, por lo que
habría que esperar si la autoridad fiscal va detrás de los informales o de los
formales.
“Lo que hace regularmente es ir detrás de los formales,
pues son mucho más fáciles de fiscalizar, además de que nadie ha querido asumir
el costo político de ir por los mercados sobre ruedas, ambulantes, vendedores
de autos chocolate, prácticas que suceden a pleno luz del día y la autoridad
fiscal no hace nada”, señaló.
Dijo tener información de que el
Congreso del Estado ha donado a través del dictamen número 164, el inmueble
identificado como Lote 01, manzana 13-A, de la colonia Parcela 62,
(Fraccionamiento Villas del Real), de la ciudad de Mexicali, con una superficie
de 4,680 metros cuadrados, a fin de ser enajenado a título gratuito a favor del
Gobierno Federal, para el uso del SAT.
Pickett Corona, mencionó que esto
sin duda acerca más la posibilidad de que dichas oficinas de la entidad
fiscalizadora se vengan a la entidad.
También cuestionó lo que
implicaría el mover las oficinas centrales, tanto recurso económico como humano
y situaciones de logística, tomando en cuenta que trabajan miles de personas en
esta dependencia federal.
¨Resulta importante señalar que el
movimiento de dicha oficina además de ser bastante costoso, dicha
descentralización no tendría razón de ser, pues los más grandes contribuyentes
del país se encuentran en Jalisco, Nuevo León y Ciudad de México, por lo que no
le veo razón, ni motivo¨, abundó Pickett Corona.
Mencionó que el plan que propone López Obrador, además de
crear una zona económica en la región que traería consigo una reducción del
Impuesto al Valor Agregado del 16% al 8%
y del Impuesto Sobre la Renta del 35% al 20%, generaría un auge en la zona, sin embargo es una
realidad de que se tendría una mayor fiscalización en la región.