El Senado analiza modernizar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en las bebidas alcohólicas para una mayor recaudación fiscal, desarrollo sostenido en el campo, piso parejo entre pequeños productores de destilados y fermentados, así como una auténtica desincentivación en el consumo explosivo del alcohol en jóvenes.
Se propone gravarse el contenido de alcohol y no su costo de producción.
En el marco del Foro “Hacia la modernización del esquema fiscal de las bebidas alcohólicas en México”, convocado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, un grupo de senadores y especialistas calculan que el actual impuesto a las bebidas alcohólicas genera pérdidas fiscales por ocho mil 500 millones de pesos.
“Lo único que ha hecho el actual esquema impositivo de las bebidas alcohólicas es incentivar la ilegalidad de estos productos y un fenómeno de ‘huachicoleo’ fiscal debido a las facturas falsas o subvaluadas que declaran empresas importadoras dejando pérdidas para el fisco de ocho mil 500 millones de pesos”, declaró José de Lucas, director general de la Asociación de Importadores y Representantes de Alimentos y Bebidas (Airabac).
Actualmente en México 43 por ciento de las bebidas alcohólicas que se venden pagan un IEPS que no les corresponde; además que modernizar el IEPS podría hacer más sencillo para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) fiscalizar a 900 productores e importadores, en lugar de 100 mil puntos de venta, consideró Iñaki Landáburu, presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores (ANDIVYL).
“En el país se beben grandes cantidades de alcohol en periodos cortos, se prefiere el consumo de la cerveza industrializada y, además, el aumento en el precio de bebidas baratas incidirá en poblaciones vulnerables que más las consumen; es decir, en los menores de edad y la población de bajos recursos”, dijo Juan Arturo Sabines, consultor nacional prevención y control de tabaco y alcohol de la OPS/OMS México.
Agregó que el fin extrafiscal que persigue el IEPS para bebidas alcohólicas, que es desincentivar el consumo explosivo del alcohol, no se ha logrado con el actual esquema impuesto desde hace más de 40 años.
El Consejo Regulador del Mezcal señaló que las 954 comunidades que dependen de la producción del destilado se verían altamente favorecidas ya que para la elaboración de 100 litros del producto se generan cuatro jornales (es decir, la cantidad de dinero que gana un trabajador por cada día de trabajo), contra lo que paga una fábrica industrializada de destilados que es nada más uno para la producción de 10 mil litros.
Asimismo, el Colegio de la Frontera Norte, mencionó que la industria vitivinícola mexicana que está conformada por 132 casas productoras, de las cuales, 82 son pequeñas y medianas, y aunque el vino no está asociado con el consumo explosivo del alcohol se le impone un IEPS que no tiene tanto sentido porque su consumo no está relacionado con efectos nocivos para la salud, lo que al final afecta a la palanca de desarrollo que este producto promueve en el campo, principalmente en 10 entidades del país.
El senador Gerardo Novelo Osuna, de la bancada de Morena, quien presentó una iniciativa para modernizar el IEPS, comentó que, dadas las actuales limitaciones del sistema sanitario, el problema del consumo nocivo de alcohol en México y los bajos niveles recaudatorios del país se hace necesario buscar alternativas para enfrentar estos retos cumpliendo con la promesa de no crear nuevos impuestos.